19 de noviembre de 2008

Con los ojos cerrados


Cierro los ojos y te encuentro... Me acerca a ti esa respiración de espera, calma y relajada... Me hunde en ti el aroma que despides, madera antigua, añejo tinto, brisa del mar... Recorro tu silueta y sin mirar te miro: piel en ebullición, sonrisa que apenas se insinúa... Me gusta descender hasta tus pies, besar los dedos que te asientan, diez afirmaciones del deseo que ya se agita y crece... El tobillo es un deleite que antecede otros perfiles y hendiduras de la travesía... Mi brújula es tu aliento pero mi mano va lenta, rozando, guardando en la memoria los contornos... Con los párpados bajos calco tu cuerpo, erguido cual vigía buscando tierra para explorar... No hay prisa, tu silueta vibra... La noche acompaña la noche que he elegido privando hoy a la vista, para sentirte a la luz de otros sentidos...

2 comentarios:

claumont dijo...

Desde niña he admirado tu manera de escribir, siempre me ha llegado al corazon. Me encanta que este talento y Don que tienes lo muestres a otros.

Martha, la de siempre dijo...

¡Bienvenida a esta aventura de las lecturas virtuales Claudia! Ojala que siempre te siga gustando lo que escribo y comparto en este espacio... Gracias! Te quiero...