11 de septiembre de 2011

Plenilunio


Con este esplendor de luna, te anticipo.
Presiento tu ardiente suavidad,
tu aliento que se cuela en mis oídos creando escalofríos,
la lluvia de besos que no cesa mientras los labios tiemblan
y el corazón que acelera el pálpito cuando me pierdo en ti
para recuperarme en tu mirada.
Noche de luna que se cuela para hacernos silueta.
Dos que se funden en incendiarios roces que no detiene el alba.
Las manos se rehuyen, se atraen...
Exploran hasta la aparente saciedad para emprender mil rutas luego.
Reinventamos el código del placer,
desciframos acertijos cubiertos de misterio
hasta llegar a la brasa viva del deseo.
Lava ardiente es mi cuerpo
y con tu propio fuego te enfrentas a mi fuego.
Ávidos de continuar la travesía nocturna
de las cenizas mutuas renacemos...
Hoy dejo de ser yo para volverme bruma.
Memoria incierta, vívida intensidad.
Roja pasión bañada por la luna.